Jorge Macri será recordado por haber convertido una elección local en la batalla preliminar del gran combate electoral de este año, que serán las elecciones legislativas de octubre.
Si bien se esperaba una elección simbólicamente importante en la Capital porque en octubre se elegirán senadores nacionales, además de los diputados nacionales, el adelantamiento de los comicios locales para el 18 de mayo (se elegirá solo a los miembros de la Legislatura de la Capital) anticipó dramáticamente las expectativas electorales.
“Las elecciones locales serán el pronóstico de octubre”, dice un reconocido encuestador, aunque esa aseveración puede ser relativa.
La economía es el eje electoral de las elecciones en todos los países, pero más que nada entre los argentinos, viejos veteranos de colapsos económicos y financieros.
También faltan las definiciones sobre la provincia de Buenos Aires y sobre la propia Capital en las elecciones nacionales.
¿Será finalmente Cristina Kirchner en octubre una candidata del sufrido y huraño conurbano bonaerense? ¿Será Mauricio Macri candidato a senador nacional por la Capital? ¿Será Karina Milei una candidata a cargos nacionales en la Capital o en la provincia de Buenos Aires? Puede serlo en cualquiera de los dos distritos.
El próximo 10 de diciembre se vencerán los mandatos de los tres senadores nacionales por la Capital: Martín Lousteau, Guadalupe Tagliaferri y Mariano Recalde.
Los dos primeros fueron candidatos hace seis años por el entonces triunfante Juntos por el Cambio; Recalde fue elegido en representación de la minoría electoral, que le tocó al kirchnerismo.
Los candidatos nacionales de este año no están definidos aún.
Las elecciones capitalinas serán solo un esbozo del futuro, pero esbozo al fin.
Vale la pena detenerse, entonces, en los candidatos a legisladores locales para las elecciones de mayo.
La primera conclusión es que todos los partidos eligieron jugar con figuras de primer nivel elecciones que nunca antes habían provocado la curiosidad de nadie.
El gobierno de Javier Milei seleccionó la mejor opción que tenía: Manuel Adorni será el primer candidato a la Legislatura porteña; es una persona conocida porque está todos los días bajo los reflectores en el escenario público; se desempeñó hábilmente como vocero presidencial; supo surfear, sin naufragar, entre las escaramuzas internas del mileismo (o prefirió no participar de ellas), y nadie duda de que representa cabalmente al Presidente.
El problema de Milei aparecerá cuando deba reemplazarlo como vocero presidencial; Adorni es quien habla en su nombre con los periodistas desde que el jefe del Estado accedió al poder.
Pocos funcionarios han perdurado tanto tiempo en un lugar tan estratégico.
Solo podrían mencionarse entre los que tuvieron capacidad de durar a Guillermo Francos, a Sandra Pettovello, a Luis Caputo y a Patricia Bullrich, entre pocos más.
La designación de Adorni señala claramente la decisión presidencial de conquistar la Capital, en manos de Pro desde hace 18 años.
A todo o nada.
Pero, al mismo tiempo, Milei deslizó en conversaciones reservadas su proyecto de buscar un acuerdo con el macrismo en la provincia de Buenos Aires, el único lugar del país donde Cristina Kirchner tiene todavía vida política.
“Hay que terminar con Cristina y con Kicillof”, lo escucharon decir al Presiente.
Pero nada es definitivo en política ni esta responde disciplinadamente a la voluntad de sus protagonistas.
“El acuerdo en la provincia será difícil, si no imposible, si Karina Milei sigue destratando a Pro”, lo escucharon, por su parte, a Mauricio Macri.
Entre los dirigentes del macrismo está extendida la certeza de que la hermana presidencial no los quiere cerca a ninguno de los Macri ni a sus leales..